Al comienzo de este paseo, apto para todas las edades –no pasa de las dos horas en total– se llega en coche, desde la M-30 y la M-40, cogiendo los desvíos señalizados a la M-605 (carretera una ruta junto al Manzanares Madrid-El Pardo). Una vez en El Pardo, hay que seguir las indicaciones viales hacia el Cristo de El Pardo y aparcar junto al puente de los Capuchinos,donde empieza el recorrido a pie. Atravesándolo, se sigue el camino que sube a la ermita del Cristo de El Pardo, lleno de arboledas acompañadas por el sonido del discurrir de los arroyos.
Dos kilómetros y medio más arriba está la presa de El Pardo, a la que se puede llegar por el margen izquierdo, acondicionado con paseos alicatados, columpios, bancos y puestos de pesca, o por el derecho, más abrupto e instransitable, con sólo una baranda de madera de protección. El paseante se encuentra con álamos y garzas hasta que a los veinte minutos, aparece la desembocadura del arroyo de la Sanguijuela, donde el camino gira a la izquierda. Tras una hora de paseo, se llega el embalse de El Pardo, donde se emprende el regreso (otra hora) por el mismo camino.