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Excursión por los puentes de Madrid



 Puentes en Madrid

PUENTE DE SEGOVIA

Conecta el Paseo de Extremadura con la calle de Segovia, sobre el río Manzanares y la vía de circunvalación M-30.

Aunque no hay unanimidad sobre la fecha exacta de su construcción, se puede afirmar que es el puente más antiguo de la ciudad de Madrid. Se sabe que fue construido a finales del siglo XVI (entre 1582 y 1584), reinando en España Felipe II. Fue precisamente este rey quien encargó su construcción al arquitecto Juan de Herrera pensando en dar mayor fluidez, al paso sobre el río Manzanares, a una de las principales vías de acceso a la capital: el camino de Segovia. Consta de nueve arcos desiguales de medio punto, que decrecen simétricamente hacia ambos lados. Está labrado con sólidos almohadillados de granito, que se prolongan formando aletas. La obra está coronada por un antepecho de la misma piedra. Sobre él hay varias bolas de granito, un adorno característico de la arquitectura de finales del siglo XVI y principios del XVII. Durante la Guerra Civil (1936-1939) quedó totalmente destruido y aprovechando su reconstrucción, se le dio mayor anchura. 

 

PUENTE DE TOLEDO

Conecta la Glorieta de Marqués de Vadillo con la Glorieta de Pirámides, sobre el río Manzanares y la vía de circunvalación M-30. Existió otro puente en el mismo lugar, pero, al no disponer de una buena infraestructura, era periódicamente destruido por las riadas. La última de ellas fue en 1720, año en que se derrumbó bajo la presión de las aguas el que había sido levantado en el siglo XVII. Fue entonces cuando se decidió construir otro más fuerte y con unas características distintas. 

Se terminó en 1732 y destaca por sus arcos de medio punto, labrados en sillares de granito. En el centro de la obra se pueden observar dos hornacinas, que representan a los patronos de Madrid, San Isidro y Santa María de la Cabeza. Ambas están fabricadas en piedra caliza y el responsable de su ejecución fue Juan Ron.

 

PUENTE DE REINA VICTORIA

C/ Aniceto Marinas s/n

El Puente de Reina Victoria se encuentra situado frente a la ermita de San Antonio de la Florida. Fue construido por el ingeniero Eugenio Ribera, sobre un proyecto del arquitecto Martínez Zapata. El puente, de decoración modernista y compuesto por dos bóvedas paralelas de hormigón armado, vino a remplazar a uno anterior que era conocido como Puente Verde, debido al color de su barandilla. Está decorado con osos rampantes, símbolo de Madrid.

Fue inaugurado el 13 de junio de 1909 con el nombre de la Reina Victoria, esposa de Alfonso XIII. Durante la República cambió el nombre por el de Puente de Galicia, hasta que después de la Guerra Civil volvió a recuperar su nombre original. Los atardeceres sobre la capital, desde este puente, son dignos de contemplarse, así como la vista de la Catedral de la Almudena bañada en luces anaranjadas

 

PUENTE DE LA CULEBRA - Casa de Campo

En 1780 el arquitecto Sabatini recibe el encargo de construir un conjunto de cinco puentes sobre el arroyo Meaques, de los que únicamente perduran tres, siendo uno de ellos el de la Culebra. Si bien el conjunto de puentes y rejas de Sabatini podrían calificarse de arquitectura utilitaria o funcional, el puente de la Culebra sería una excepción. Es el menos útil de todos los puentes ya que está situado en una esquina del parque, fuera de las vías importantes, y además su estrechez no permite el paso de carruajes, por lo que el servicio que presta no es mucho mayor del que proporcionan las piedras de un vado del arroyo. Esta auténtica joya de la Casa de Campo fue realizada por el placer del diseño, con la única función de ser un gozo para la vista de los paseantes. Es la obra de mayor calidad artística existente en el Parque. Inicialmente se le llamó “Puente Estrecho”, aunque más tarde tomó su nombre actual por las formas ondulantes de sus pretiles.

Su planta sinuosa condiciona todo el proyecto que está resuelto con una gran maestría de detalles constructivos, tanto en ladrillo como en piedra de granito. A pesar de que es relativamente sobrio en la decoración, puede considerarse un perfecto modelo del estilo barroco, digno de figurar en las antologías artísticas.