Caprichosa es la vida....que nos pone la miel en los labios, y nos deja soborearla, y cuando decidimos que nos gusta y anhelamos su sabor, su textura, y el disfrute que nos proporciona....nos quita todo el tarro ...
Que frustración más grande ese momento en el que desaparece la miel, como el que esa persona amada, deseada, nos comunica su intención de abandonar, después de sentir, de vibrar, de ilusionar, y de crear expectativas para con ella.
Creo que toda persona en su vida ha vivido un abandono, y ha abandonado; sintiendo su dureza, una tristeza que envuelve nuestra presencia, que nos arranca todo sentimiento y actitud positiva, dejándonos en manos de un destino dudoso,del día a día, de vivir porque...nadie muere por nadie, pero sin ilusiones, sin ganas de sentir, creando barreras cada vez más duras, difíciles de penetrar, de traspasar.
Y ese sentimiento de negación nos corroe, nos invade y no nos deja controlar las emociones, dando órdenes equivocas a nuestra mente, actuando sobre ellas...y degenerando nuestra situación, nuestro malestar, pura frustración, con una cometida de errores....hasta que un segundo, un momento, un haz de luz nos transforma, aceptando ese duelo, y esa opción no barajada hasta el momento, de que....ya pasó, afrontalo, vive y deja vivir, construye de nuevo tu vida, en base a nuevas experiencias que te han aportado sabiduría, dureza, y capacidad de superación, esa aceptación, es el momento del cambio.
Por todos los que hemos sufrido, y hemos hecho sufrir
C'est la vie.