Solteros Madrid  28 nov 2018

Del egoísmo a la realidad

Creo que la inmensa mayoría de los matrimonios en esos tiempos en los que todo es amor y felicidad se plantea ante la muerte de otra persona el mismo dilema, Que sería mejor morir tú antes o morir yo? La respuesta como norma general también suele ser la misma, de forma egoísta preferimos morir antes para no tener que soportar tanto dolor. “Cariño sin ti mi vida no tendría sentido, no aguantaría vivir sin ti y me hundiría al tener que criar a nuestros hijos con tu ausencia”

Ahora bien, un día llega el divorcio, te quedas sin casa, viviendo con tus padres, tus hijos, los cuales son pequeños solo puedes verles dos tardes por semana y fines de semana alternos, fracasado en el amor, amigos los justitos....y te vuelves a plantear la misma pregunta...que sería mejor morir antes o después???

Entonces llega la paradoja, si vuelves a ser egoísta cambia el orden de fallecimiento (Recuperarías casa, hijos, y casi parte de tu vida) pero entonces te das cuenta que no eres egoísta, que lo primordial son los niños y que ellos perderían más de lo que tú puedas ganar, Entonces? Debo morir yo antes? Y miras a tu alrededor y ves la cruda realidad, el dímela del orden se transforma en el dilema de cuándo sería mejor morir.

Ya no dejas a una viuda desconsolada, no tienes ni pareja ni ánimos para buscar otra, tus hijos han aprendido a vivir sin ti y sólo tus padres llorarán por ti.

Que es menos traumático que tus padres ya mayores pierdan un hijo o que tus hijos aún pequeños te olvidaran a las pocas semanas?

Has nacido, viviste la adolescencia el primer amor y la hermosa experiencia de ser padre, tienes 40 años poco más te queda que ganar y mucho por lo que sufrir.



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