Y me precipito una vez más, a ese agujero lleno de piezas que es mi puzle imposible que nunca consigo resolver.
Entre el humo y el café se dibuja tu fantasma, y me pregunta si nunca cambiaré, si nunca rodaron un final alternativo, si todavía queda una canción de amor.
Más tarde me ahogo en una botella, me confieso un lobo malo, de esos q nunca podrán ser de nadie y mucho menos... Conservar un bocado...