La fatiga del fracaso. (poesía)

  Batracio, 46

Camino por inercia bajo un sol que me ciega y a cada paso me acompañan firmes hileras de rocas que se muestran impasibles a mi agonía. Nadie me escucha y es que realmente no hay nadie. Ese miedo a que no pase nada, la quietud de las sensaciones con un reloj en movimiento. Como el mimo que sólo recupera la vida aal sonido de una moneda, así me siento, así me hago viejo. Dolor en su máximo explendor, absorbiendo cada gota de energía que tengo, sin querer nada de nadie, ni si quiera de mi mismo. No hay puesta de sol en el inframundo, soy un grito bajo el agua, incapaz de avanzar y que cae de rodillas, impotente, suplicando basta. No hay ilusión, la ilusión se marchó con ella.