- Amada mía, ¿te gusta el paraje
al que te he traido?
- Sí, mi amado. Me encantan las flores
su aroma y su colorido
el sonido del agua
borboteando en la fuente
el Sol que nos inunda
con su manto envolvente
y el trino de las aves
construyendo su nido.
- Sí, es bonito. Pero dime mi princesa
Que es lo que más te gusta de mí?
- ¿De tí, mi príncipe? Pues todo.
Es un conjunto de valores
y actitudes,
una amalgama de emociones
y virtudes,
una combinación de fortalezas interiores
que conforman tu esencia
y me enamoran.
- Bueno, claro, sí, la esencia,
¿pero no será mi voz varonil y potente?
- Tu voz te da empaque y presencia
y te muestra rotundo y confiado
pero es el ingenio de tu mente,
quien elige con cuidado
cada palabra ardiente
que susurras a mi lado,
lo que me conmueve
y me convierte en tu amada.
- Ya veo, mi amada, la voz no es,
¿pero puede que sea mi habilidad con la espada?
- Tu espada es fuerte y afilada
y se muestra potente en la estocada
pero es tu generoso corazón
quien la guía
y esa entrega y pasión
en la porfía
hacen de mí
tu fiel enamorada.
-Tampoco parece ser la espada
¿que dices de mis ojos?
- Tus ojos sin duda son hermosos,
de un color poco común y muy vistosos
pero es la serenidad
de tu mirada
la que apacigua mi alma
me colma de confianza
y me calma
en todos mis momentos procelosos.
-Y si tampoco te gustan mis ojos,
¿que es lo que gusta de mí?
- No se si juegas a no entenderme o...
Menos tu extraño pelo todo me agrada:
tus ojos, tu alma, tu espada,
tu voz, tu esencia, tu estocada,
tu corazón, tu mente, tu mirada,
tu pecho que en el lecho uso de almohada,
tus manos que hacen gritar mi piel callada,
tus labios carnosos cuando buscan mi entrada,
tus ...
- Ah sí, ahora ya lo entendí.
Sabía que te gustaban mis labios.
Jeje, y mi espada.
(Fotografía y poema por Pakorro)