La infidelidad más dolorosa

La infidelidad más dolorosa es la que te haces a ti mismo. Cuando lo externo te parezca una farsa, o cuando sientas que los demás te engañan, no busques culpables, tan solo pregúntate: ¿En qué me estoy mintiendo? Porque cada quién debe liberarse de su propio secreto. Veo muy a menudo en el Tarot tres tipos de secretos que muchas personas evitan confesar, especialmente confesarse a si mismas. Y los tres están directa o indirectamente relacionados con la soledad. El primero es: "Me gustaría estar solo pero debo quedarme en esta relación para cuidar del otro". El segundo es: "Me gustaría llevar otro tipo de vida pero debo aguantar en esta relación porque dependo del otro". El tercero es: "Me gustaría amar a otra persona pero debo llorar en silencio y resignarme con lo que me toca". Estos secretos propios son fidelidades inconscientes a la familia. Árboles genealógicos que han mezclado amor y dolor. Clanes masoquistas. Por lo tanto aquí la tarea es desobedecer con amor la tendencia masoquista de la tribu de origen y luego ser honesto contigo mismo. Llamas a las parejas de tu árbol genealógico. Son 7 principales. Las 4 parejas de la generación de tus bisabuelos. Las 2 parejas de la generación de tus abuelos. Por último la pareja que formaron tus padres. Te los imaginas delante de ti y les dices una frase sanadora: "Respeto vuestras uniones porque gracias a ellas estoy aquí y a partir de ahora os desobedezco y os honro viviendo el amor con más placer que dolor". Y luego te dices a ti mismo: "Me prometo vivirme sin secretos. Doy compañía si me nace del corazón. Tomo compañía si me nace del corazón".