EL ENTIERRO DEL AMOR

Cuando vas de entierro se ponen de luto las amapolas. Las flores se apagan por la obscuridad al ocaso del sol y, como si de un concierto se tratara, dejan de sonar las trompetas y tambores. El alba muere al amanecer y los lirios se cierran al paso de las sombras.

Muere la música mientras cantan los grillos. Y en el más inesperado vacío se cancelan las ganas de tener ganas; y hasta el hastío se embadurna de lágrimas rotas de embargo cobarde.

Quizá amaste un día, tu corazón se llenó de inmensa felicidad. Tanta, que incluso otros *****s, se afligian a veros soñar despiertos. Era el tiempo de atar tus anhelos más íntimos con briznas de seda bañadas en lágrimas vivas.

Ven, vuelve, le cantaba a mi amada. Entre eslabones de pentagramas abarrotados de notas esclavas. Ven, y canta conmigo, mi dulce dama. Caminaremos juntos hasta donde rompe la llama.

Cuando la noche encendía al aroma de los jazmines con su pequeña flor blanca y rosácea la vida se inundaba de sueños y deseos mil.

Pero hoy me ha tocado ir de entierro. Alguien murió. Fue la flor más hermosa de mi jardín. Incluso tengo ganas de huir. Pero he de afrontar con fuerzas renovadas licencia para vivir.

Mike

Extraído de mi Blog: https://elblogecocultural.wordpress.com/2022/06/05/el-entierro-del-amor/