Poesía Madrid  18 may 2022

Traviesas y traviesos.

Traviesas y traviesos. Hay andenes vacíos en los que hay que bajarse cuanto antes. Estaciones entre pueblos abandonados, andenes de hierros oxidados. Esquinas oscuras donde hay una cabina de teléfono, olvidada, colgando el auricular... se balancea como si alguien acabara de terminar una llamada, anónimos intentando mantener el discurso en todas partes, buscando un amor a distancia, palabras que son incapaces de pronunciarse cara a cara. Contentar a todos. Decir lo que los desclasados quieren oír. Sufriendo, sufriendo, sufriendo... Porque ya sabemos que no podemos escapar. Y a veces dudo hasta de que queramos. ¿De verdad queremos irnos? Es posible que vivamos sobre caminos ya trazados. Es posible que no podamos salirnos de la pista. ¿Hay una locomotora tirando de nosotros? Y también es posible hasta descarrilar. Acabar en una vía muerta. Hay andenes vacíos en los que hay que bajarse cuanto antes, entre máquinas repletas de hierro y carbón. Lo que sentimos ya lo han sentido otros. Nuestras sonrisas ya se abrieron hace siglos. Repetimos como loros lo que los demás expresan. Que cortemos la cabeza del suicida en las vías. Que escuchemos el golpe antes de que llegue. A la vez pasajeros y a la vez conductores. Exhalamos vapor por todos nuestros poros. Traviesos entre traviesas... Somos trenes rodando con un conductor borracho. Admitimos viajeros, unos suben para una estación, otros están años, y pocos toda la vida. Y también pasajeros de los trenes de otros. Subimos, bajamos, estamos, vamos al baño, amamos, dormimos... Y más veces de la cuenta viajamos sin billetes. Pasan rápido los tiempos por la ventanilla, árboles cayendo como fichas de dominó, desvaneciéndose siluetas de personas a través del cristal. Una mano que saluda mi retorno a casa. Cosas que pasan. Dibujo con mi dedo un corazón en el cristal, y a la vez silbo distraído una vieja canción de desamor. Montañas, ríos y cielos superados. Cae la noche viajando en el Transhumano. Espacios sin vuelta atrás a las vidas vividas y tramos en túnel. He volado los últimos puentes que me unían a ti. ¿Y ahora...? Ya falta poco para la última playa. Avanzamos hacia el incierto destino final. Esa muerte que será al fin lo único democrático de todo, lo que todos compartiremos, pues todos somos vivos y muertos de nuestro tiempo. Se va acercando ese monstruo a toda velocidad. No viendo las cosas tal como son, sino viéndolas tal y como somos nosotros...

0
📄 0
📊 217



Cargando