Relatos cortos Madrid  01 ene 2021

La Luna entre las piernas...

La luna entre las piernas.

...Y la extraña simetría de tu cara.
Cómo la portada de tu frente me invita a abrirte como un libro.
Te retiro el pelo por detrás las orejas y así me oyes mejor.
Arranco tu tapa de tela...deslizo tu marcapáginas, lo aparto de tus zapatos,y lo chupo un poco.
Y así, fingiéndome lector, puedo tocarte sin parecer que lo quiero...
y te muerdo el lóbulo, y me aprieto, y hueles a tí, y a mi,
y ambos nos respiramos,
y por ambos lados nos sentimos...
Y como desde hace ya millones de años,
nos mezclamos.
Y la simetría de tus ideas..

Sonríes como si fuera un juego nuevo, y en el medio,
el tabique de tu naríz blanca separa tus dos ojos azules y verdes,
por donde entra toda la luz del mundo,
y lo bello,
y lo feo,
y lo grotesco.
No sé quién eres,ni de dónde vienes, pero eres única.
Y a la vez eres como todas, pareces tener las mismas cosas.
Me encanta leer entre tus líneas y relamerme después.
Elaboras pensamientos, los masticas y salen de ti chorreando como palabras de lava, calientes, sin filtrar. Tus sueños encendidos,que suenan como las abejas que fabrican tu saliva...y como tu miel.
Un sonido fascinante estar cerca de tu panal,
y de la fantasía de tus locas ocurrencias.

Es extraño, porque crees en mi con la misma entereza con la que dudas de ti.
Pero yo te quiero como quiero al mar.

Te recorro con mis uñas dulcemente desde el medio, lo señalo todo despacio, hasta tus labios, los labios de tu boca, húmedos y dulces.
Desde el miedo.
Desinfectan mis heridas y las vendan con tus dientes afrodisíacos.
Esos pedazos de esmalte y marfil prohibido,
que limitan y encierran tu lengua;
y me mojas cuando me muerdes los dedos.

Gesticulo hacia abajo, enamorado de tu ombligo.
Memorizo cada lunar con un ábaco de tu carne.
¡Estoy tan satisfecho contigo..

Si observo toda ésta maravilla natural desde tus pies a tu cabeza...
me trabo y me ofusco, como cuando quiero tener la razón a toda costa.
No puedo ir más allá y quiero quedarme en ella hasta el Lunes por la mañana.
Ojalá seas una gran fotografía, y te quedes siempre quieta delante de mi.
Ojalá todo se termine aquí.
Porque no quiero nada más.
Ni siquiera necesitarte.
Ni siquiera quererte.
Eso será el fin de todo.
Todo eso contigo tiene un tiempo limitado, y yo no quiero terminar nunca...
¿Qué más puedo desear que desearte?
Ésto es ya para siempre.
Y desear ser mudo para que ni una palabra mía pudiera estropear tal espectáculo.

Creo que tus proporciones me están obsesionando de una extraña manera oriental.
No puedo evitar ir por la calle y compararte con todas las esquinas, los círculos, las formas, los cristales, los escaparates...los primates que me cruzo...

Lo comparo todo contigo y sale perdiendo, sí, nuestro mundo se marcha humillado, con una última mueca atropellada de derrota.
Y con la luna entre las piernas.

La luna entre las piernas.

Y todo eso, y el tiempo, y los minutos, y lo que pasa, y todas las modas,
lo cotidiano, los coches, los aviones, todo, ¡todos son opuestos a ti.
Si no pudieras moverte y así no te marcharas nunca...
Si te estuvieras calmada y dejarás que mi aliento te atravesara cuando te susurro esas cosas...
Si tu tren esperara en una vía muerta...
Todo está reflejado en tu sombra
y en los dedos de tus pies.

¡Ojalá fueras una estatua
pero entonces no bailarías,
y yo en realidad lo que quiero es una bailarina,
pero ojalá el mármol petrificara para siempre tu vientre.
Para siempre tu vientre y para siempre para mi.
Pero entonces no comerías, y yo quiero verte comer a medio día.

Aunque sé que es el tiempo en movimiento el que lo cambia todo, el que todo lo deshace, el que todo lo termina, el que acaba con la poesía, el que permite los finales. El que se lleva la esperanza de amar más... todo lo acaba pudriendo.

Por supuesto que estoy loco, y de seguro poseído.
Tan loco como Dalí cuando pintaba a Venus, y tan poseído como Eros abrazado a Afrodita.

Es tu movimiento el que rompe mis esquemas.
El que secuestra mi mente y se la lleva a otra parte.
Nadie más me representa.

Estoy maravillosamente acabado, felízmente perdido,
estoy de rodillas dibujado en tu simetría,
absorto en la imperfecta simetría de tus piernas.
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[Todos los derechos reservados, prohibida su copia o reproducción total o parcial sin citar expreamente al autor. Jorge Gutiérrez López. 2020]



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jorgeg Gracias!
24/02/2021
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