No hay nadie al timón.
El capitán ha perdido la brújula, desorientado.
¿Deberíamos asustarnos o alegrarnos por esto?
Asustarnos sí, porque estamos a la deriva en medio de una tormenta.
Alegrarnos sí, si es la oportunidad de cambiar de capitán.
... https://www.youtube.com/watch?v=SoIViFqNbPQ