Café tertulia entre amigos

La vida es un camino con subidas y bajadas, un trayecto en el que es posible que nos encontremos con una calle sin salida, un túnel tenebroso, un desfiladero de difícil acceso o un punto donde no podamos o no queramos avanzar más y debamos cambiar de camino para seguir adelante; y por más que pueda costarnos dejar lo que mentalmente creíamos que teníamos debemos hacer una adaptación funcional y realista a lo que la vida nos brinda en ese enclave coyuntural, alejando en lo posible todo tipo de fantasmas, toxicidades y proyecciones varias, originadas por el recuerdo y las reticencias al cambio. Lo cierto es que la incertidumbre no suele ser un elemento confortable, pero a pesar de ello debemos gestionar de la mejor manera posible todas las opciones nuevas y viables que se perfilan ante nosotros, porque sólo de nosotros depende la mágica posibilidad de cerrar y abrir puertas, teniendo siempre presente el por qué, el para qué y el cómo. Aceptar el cambio es lo que facilita el proceso, la flexibilidad, la reflexión, el respetar prudencialmente los tiempos de desanclaje mental y emocional...