Tertulia. -pensamiento positivo: realismo, magia, optimismo-

Fígaro Café. Calle Amnistía, 5. Ópera. En el local. 

La actividad forma parte de la sucesión de tertulias del Grupo Tertuleando ://www.meetup.com/es-ES/Tertuleando/, sobre temas monográficos, relacionados con aspectos de la psicología, con un enfoque práctico, cotidiano, sencillo, al alcance de todos los interesados, dentro de un ambiente relajado, donde cada uno decide el modo en que participa. En esta ocasión hablamos de: 

Tertulia. "Pensamiento positivo: realismo, magia, optimismo"

"Yo creo bastante en la suerte. Y he constatado que, cuanto más duro trabajo, más suerte tengo.” Thomas Jefferson

Las felicitaciones de Navidad, con su positivismo entusiasta, ¿son pensamiento mágico? Eso sí, contienen una verdad: la expresión de un deseo verdadero: que todo le vaya bien al otro. Aunque quizás persigamos hacernos visibles, practicar el buenismo de adelantarnos en la cortesía, ...

¿Podríamos considerar una creencia mágica pensar que todo irá bien? ¿Es esto el pensamiento positivo?

Puede que pensar que todo irá bien sea menos útil que predisponerse a aceptar o a actuar ante la posible adversidad. Creer que, en una situación que admite opciones variadas, acaecerá lo positivo, ¿es una fantasía? Minimizar el modo como nos tomaremos que suceda la opción peor, o prever cómo actuar ante ello, ¿es más práctico? ¿Es esto pensamiento realista o es positivismo?

Una de las críticas al pensamiento positivo entusiasta es su parcelación de la realidad, al fragmentar la vida omitiendo una parte.

Probablemente, necesitamos una guía de interpretación del mundo y de toma de decisiones que nos empuje a la acción sin perder de vista la realidad.

Eso requiere identificar qué es el pensamiento positivo, clarificar qué contiene en su interior esa filosofía del pensamiento positivo, cuándo pasa de ser una guía útil para moverse por el mundo a convertirse en una forma de automentira y huida, y cómo diferenciarlo del optimismo y del realismo.

En el contexto social en que nos movemos oímos: “Hay que pensar en positivo”, que es lo que se receta a la gente próxima, como un consejo de bolsillo para consolar a alguien en horas bajas. Se ha colado en el debate la ley de la atracción, con su apelación a las energías del universo.

Por ello, parece que, en el imaginario colectivo, no sólo el pesimismo, sino el mismo realismo, sería una antítesis del positivismo, una forma de pesimismo o negativismo disfrazado, propio de quien advierte de dificultades, riesgos, de quien proclama la incontrolabilidad de todo y la natural polaridad de la vida, según la cual…las cosas podrían ir mal. Dentro de la denostación del realismo, éste sería una manifestación de mediocridad, de conformismo.

Acaso, si nos mantuviéramos en un estado de realismo pleno, nos paralizaríamos imaginando las posibilidades de lo que puede suceder, y por ello sea necesario un cierto autoengaño centrando la atención en lo positivo.

Sea lo que sea, el pensamiento positivo, tiene buena fama. Genera mejor estado de ánimo y empuja a la acción, previa relajación de la mente, acechada por la ansiedad.

Esto es especialmente relevante en un contexto de crisis de valores, que alimenta la necesidad de sustituirlos por otros. Y las propuestas de valores nos llegan empaquetadas como productos de consumo, adaptados a las distintas formas de vida de cada individuo y a menudo con el interés sistémico de propiciar formas de pensar concretas. El caldo de cultivo es la necesidad de algunas personas de encontrar algo que llene sus vidas o que les dé sentido.

El pensamiento positivo conecta con el afán de reducir los miedos ante lo incierto, el afán de control, de reducir la ansiedad de la incertidumbre.

Nuestro "deber" de contertulios es desentrañar sus sombras y acotar lo que cada uno puede tomar como útil para su desarrollo vital.

Como nos gusta adentrarnos en las interioridades de la mente, también desentrañaremos las motivaciones que laten tras el afán de sesgar nuestro pensamiento hacia lo positivo y abrazarlo: calmar la ansiedad, afán de huida del mundo real, dificultad para afrontar la realidad con sus adversidades, …

Y acabaremos por desentrañar algunas propuestas relativas a pensar en positivo, como el reencuadre, la aceptación, el sentido de la realidad, a través del “pensamiento positivo -realista”: ¿existe?

Más información e inscritos en: ://www.meetup.com/es-ES/Tertuleando/events/267731027/