PASE LO QUE PASE
recuerda, amigo al fin, que tras cada dolor, florece en tu jardín
una nueva y bella flor.
Porque cuando aceptas cada trago amargo que llega hasta ti,
y al duro escenario que se te presenta le dices que sí,
y no hay resistencias de ninguna clase en tu corazón,
se abren suavemente los portales de oro de tu evolución.
Y sientes entonces que ya en tu existencia no tiene poder,
esa aguja loca que te va marcando dolor o placer,
y al ver por encima de los avatares de la vida dual,
percibe tu alma que desde otro plano llega una señal.
Y en ese momento sabes dentro tuyo en un santiamén,
con una certeza que no deja dudas, que todo está bien:
pase lo que pase te sientes colmado de paz y quietud,
y surge en tus ojos un inconfundible destello de luz…