Los Lugares abandonados en Madrid son muchos en realidad, y todos están llenos de historia y un ambiente muy diferente a que se siente en medio de la ciudad.
Es ideal ir a visitar estos sitios si te gusta el misterio, pues son sitios donde podrás respirar su historia, pero al mismo tiempo sentir algo de temor y suspenso.
Por otro lado, si eres fotógrafo un aficionado de la fotografía, estos lugares son un escenario bastante especial, las fotografías tomadas en este tipo de lugares pueden ser realmente espectaculares.
Este sanatorio se encuentra ubicado en los molinos a los pies de la Sierra de Guadarrama. El lugar comenzó su historia en 1956, cuando era utilizado para atender a pacientes con tuberculosis. El lugar cuenta con65 hectáreas donde podrás encontrarte con una gran cantidad de construcciones que en su momento eran oficinas y viviendas militares.
Dentro del hospital, el cual se encuentra altamente deteriorado, y el cual ha sido víctima de muchos saqueos, podrás encontrar una gran cantidad de pinturas hechas por los grafiteros, y aunque quedan muy pocos elementos de la época en la que el hospital funcionaba, en el ambiente se siente la esencia de lo que algún día fue.
En algunos de los lugares del hospital aún hay ciertos documentos, ortopedias y medicamentos que fueron utilizados cuando el lugar funcionaba, así mismo como los libros de registro de la farmacia que había dentro del hospital.
Este era un lugar que en su época tenía una muy buena reputación en cuanto a los centros sanitarios del ejército se refiere, pues contaba con un gran equipo de médicos y enfermeros que superaban en número a los pacientes por lo que los podían atender muy bien, además, las instalaciones eran bastante lujosas, tenían escaleras y pasillos con mármol.
El de la sierra de Guadarrama, dirección hacia el Puerto de los Leones
En el año 2001 un voraz incendio acabo con el matadero de la filial de Campofrío que se ubica en el Puente de Arganda, en Rivas y donde dos trabajadores perdieron la vida.
El incendio que acabo con este lugar fue generado por un soplete que estaba siendo utilizado en unas obras, al visitar el lugar podrás ver que el edificio principal está en muy mal estado, y además, los edificios contiguos también han sido derribados poco a poco. El ambiente del lugar podría decirse que es muy tenebroso.
Cerca de la carretera de Aranjuez se encuentran las ruinas de lo que alguna vez tuvo mucha actividad, por allá en los años ochenta, la estación de tren de Senseña era una de las más concurridas. En el año 2008 el apeadero dejo de funcionar, sin embargo las instalaciones de la estación cerraron sus puertas un tiempo antes.
En el edificio de la estación se encuentran los restos que lo que alguna vez fue la vivienda de una persona que trabajaba como empleado de Renfe. En el lugar se puede sentir el ambiente de sus años más ajetreados.
En el piso de debajo de la estructura había una ventanilla que era donde se vendían los billetes de tren y también una pequeña cocina, y en la parte de arriba de la estructura se encontraban unas estancias que fueron decoradas con papel pintado y también un servicio.
Este lugar no cuenta con ningún vallado, ha permanecido abierto durante todo el tiempo, así que muchas personas han podido visitarlo, y muchas otras entrar a saquear las pocas cosas que habían e incluso diferentes materiales.
Seseña (Toledo)
Las instalaciones de la Radio Nacional de España fueron inauguradas en el año 1944, un complejo el cual estaba compuesto por varios edificios lo que tenía como principal objetivo la emisión por onda media.
Al lado del complejo de edificios que hoy en día se encuentran destruidos, hay un campo de antenas que hoy en día siguen funcionando.
Alguna vez este lugar fue una de las instalaciones de emisoras de radio más poderosas y modernas del país, hoy por hoy sus estancias se encuentran llenas de heces de palomas y pinturas hechas por grafiteros.
En la parte de debajo de los edificios aún se puede apreciar restos del mobiliario original de este lugar, aunque se encuentran amontonados.
Arganda del Rey
Corta pero intensa vida la que tuvo el pueblo de El Alamin. Con poco más de sesenta años de existencia ha conocido el sinsabor de la derrota frente a la despoblación.
Se construyó en un terreno baldío, junto a la antigua carretera que unía Escalona con Villa del Prado, a este pueblo pertenecía como ayuntamiento y de allí recibía servicios religiosos y sanitarios, asimismo el Marqués puso a disposición de los vecinos un autobús de la época (la pava) que comunicaba a los vecinos de El Alamin con Villa del Prado.
A 6km de Villar del Prado
Lo de Fresno de Torote es un caso particular, se puede decir que uno de los pocos pueblos abandonados que hay en la Comunidad de Madrid
La mayoría de las casas del pueblo están abandonadas, muchas de ellas tienen rejas que dejan ver los resquicios de un auge de vida, otras tienen las puertas y ventanas tapiadas para que no se acceda a su interior y en la plaza central de Fresno de Torote aún hay alguien habitando una casa, o es lo que parece porque está en muy buenas condiciones, reformada y con coche en la puerta.
A Fresno de Torote se llega por la M-113 que sale desde Daganzo de Arriba, la carretera lo divide en dos
Las Bellidas o Bellidas es un despoblado perteneciente al municipio de Piñuécar.
Solo queda una casa particular llamada Caserío de Bellidas, rodeada por varias edificaciones derruidas y mucha maleza y matorral.
Dista 1,5 km de Piñuécar, cabeza municipal, y 1,5 km de la pedanía de Aoslos, perteneciente al municipio de Horcajo de la Sierra.
Es un pueblo semi-abandonado, actualmente ocupado por okupas.
Navalquejigo es un núcleo de población perteneciente al municipio de El Escorial, provincia de Madrid. Dispone de una estación de Cercanías Madrid llamada Las Zorreras, perteneciente a la línea C-3.
Navalquejigo es un núcleo de población perteneciente al municipio de El Escorial, provincia de Madrid. Dispone de una estación de Cercanías Madrid llamada Las Zorreras, perteneciente a la línea C-3.
El Palacio del Canto del Pico es un edificio del principios del siglo XX, situado en el municipio español de Torrelodones, en la parte noroccidental de la Comunidad de Madrid. Fue construido en 1920 como casa-museo, para albergar la colección de arte de José María del Palacio y Abárzuza, tercer conde de Las Almenas y primer marqués del Llano de San Javier, su promotor, autor del proyecto y propietario inicial.
Después de su construcción, el palacete fue lugar de descanso de Antonio Maura, presidente del Gobierno durante el reinado de Alfonso XIII y ministro de Ultramar, de Gobernación y de Justicia. Su amigo, el conde de las Almenas, permitió a Maura disfrutar en aquel entorno privilegiado de la pintura y la lectura, aficiones favoritas del expresidente. Allí mismo, un 13 de diciembre de 1925, murió Antonio Maura, al sufrir un derrame cerebral mientras bajaba las escaleras que conducen al jardín.
Torrelodones